Bueno, como todas las relaciones, dependiendo de cuánto tiempo o qué tan bien sepa que la persona determinará cómo manejarlas. Como cristianos, debemos ejercer los frutos del Espíritu y las cualidades descritas en 1 Corintios 13 con respecto al amor.
Con el tiempo, un ministro debe poder evaluar o tener una idea justa detrás de las razones por las que son conscientes. Es porque no están satisfechos con las respuestas que obtienen, por lo que continúan, o es porque están buscando la verdad y no la han encontrado todavía, o es porque están enojados / disgustados / molestos por un problema subyacente o algo por el estilo. Su pasado y esta es la forma en que manifiestan sus síntomas.
Al principio, sea paciente y vea su polémica como su fuerza motriz, involucre a los participantes en la discusión, pero asegúrese de que para el ministro no lleve mucho tiempo ni sea una simple búsqueda de atención por parte del individuo.
- He perdido la noción de con cuántas personas me he acostado y con quiénes eran. ¿Será esto un problema en el futuro?
- Me siento perezosa mientras estudio. ¿Cómo puedo arreglar eso?
- ¿La gente me va a menospreciar en la universidad si soy un pensador lento?
- ¿Por qué soy estúpido?
- ¿Has experimentado un inusual acto de bondad?
Pero con el tiempo, a través de la oración y el discernimiento, el HS debe darte una idea de la causa raíz de su rasgo y, de ese modo, el ministro puede manejar mejor la situación o ayudar a la persona a reconocer y resolver su enfoque polémico.
Las personas más polémicas pueden ser cristianos o individuos apasionados y entusiastas, cuando su rasgo se canaliza de la manera correcta.